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Obstrucciones vasculares de la retina

¿Qué son las obstrucciones oculares?

Son aquellas en la cual una vena o una arteria se ocluyen y generan una disminucíon aguda o sub-aguda de la visión.

Las oclusiones pueden ser de una arteria o de una vena de la retina.

La oclusión venosa retiniana (son las más frecuentes) puede ser:

  • Oclusión venosa de rama: solo se afecta una rama vascular venosa.
  • Oclusión de vena central de la retina: se afecta la vena principal, lo cual genera un cuadro más grave y habitualmente peor visión.

¿Cuáles son las causas de las oclusiones oculares venosas?

Por lo general, la vena se ocluye por distintas causas locales o sistémicas, entre las que se incluyen:

  • Edad avanzada: el 50% de los casos ocurre en pacientes de más de 65 años.
  • Enfermedades sistémicas como Hipertensión Arterial, Hiperlipidemia, Diabetes, Obesidad, Tabaquismo.
  • Presión Intraocular aumentada (aumenta riesgo de oclusión de vena central).

¿Cuáles son los síntomas de una oclusión venosa?

El síntoma más frecuente es una disminucíon aguda o sub-aguda de la visión.

La agudeza visual va a depender del compromiso de la mácula (zona central de la retina) siendo el edema macular la complicación que causa la mayor disminución de visión en esta enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

El principal método diagnóstico es la evaluación de la Agudeza Visual, presión ocular y un completo fondo de ojo para visualizar la retina.

El médico oftalmólogo diferenciará una oclusión venosa es de rama o de vena central, basándose en signos típicos de cada una.

Como método de diagnóstico complementario se puede solicitar:

  • Angioflueresceinografia: estudia toda la circulación retinal normal y patológica.
  • Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): evalúa y mide el edema macular.

¿Tiene tratamiento?

Sí. Dentro de las posibilidades terapéuticas hoy en dia encontramos:

  • Fotocoagulación con láser de argón
  • Inyección intravitrea-intraocular de antiangiogenicos.
  • Inyección intravitrea de implante de corticoide de liberación lenta (Dexametasona)

La terapéutica a instaurar depende del tipo de oclusión venosa y de muchos factores propios del paciente como glaucoma, catarata, diabetes, entre otras.

El oftalmólogo evaluará y sugerirá el tratamiento adecuado en base a cada caso en particular según los hallazgos obtenidos.

¿Cuál es el pronóstico?

Es mejor el pronóstico en una oclusión de rama y si no hay edema macular. Siendo peor si el compromiso es de la vena central.

Con una detección precoz, un buen control de todos los factores de riesgo y un tratamiento adecuado en tiempo y forma, se pueden lograr buenos resultados.

Las complicaciones principales de las oclusiones venosas son el edema macular crónico (con muy mala agudeza visual) y la neovascularización retinal y del segmento anterior del ojo pudiendo generar un glaucoma neovascular.

Este último cuadro es de muy mal pronóstico visual.


¿Qué son las oclusiones arteriales?

Como su nombre lo indica, las oclusiones arteriales ocurren cuando se ocluye una arteria retinal.

Son mucho más infrecuentes que las oclusiones venosas.

También pueden ser:

  • Oclusión de rama de arteria retinal.
  • Oclusión de arteria central de la retina.

La causa principal de las oclusiones retinales es la trombosis relacionada con aterosclerosis (80% de los casos). Otras causas con el embolismo carotideo, el embolismo cardiaco, la arteritis de células gigantes y los trastornos trombofilicos

¿Cuáles son sus síntomas?

En una oclusión de rama, el principal síntoma es un defecto en el campo visual que se presenta de forma aguda e indolora. La disminución de agudeza visual es variable.

La oclusión de arteria central se presenta con una pérdida aguda de la visión.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Principalmente con la realización de un fondo de ojo. Como complemento de puede solicitar una Angioflueresceinografia y un OCT.

¿Cuál es el pronóstico?

En ambas oclusiones, el pronóstico visual es malo.

¿Hay tratamiento?

Las oclusiones arteriales se consideran una emergencia oftalmológica porque causa una pérdida de visión irreversible si no se reestablece la circulación antes del infarto retinal.

El tratamiento inicial consiste en masaje ocular para intentar que el embolo que provoca la obstrucción se desplace.

Otros métodos como los farmacológicos por vía oral o la punción de cámara anterior serán evaluados por el oftalmólogo al momento de la consulta.